Amar o querer, ¿qué elegimos?

Creo que el concepto de la salud está cambiando y necesita urgentemente ejecutar este cambio.Las personas han de estar más formadas  para que puedan tener un papel mas activo en su proceso de salud y enfermedad. Es función del personal sanitario ayudarles para que puedan tener toda la información adecuada a su alcance, explicarles bien los mecanismos que causan su enfermedad para que puedan poner de su parte, explicarles para que sirven los medicamentos, cómo actüan y los posibles efectos secundarios para que puedan tomárselos con confianza de que son útiles y asumir los posibles problemas que puedan aparecer. Es importante escuchar a las personas, saber cuales son sus puntos de vista acerca de por qué han enfermado y cómo pueden sanar, aceptarlos y colaborar en los posible con ellos ofreciéndole la visión que la medicina tiene de todo ello sin menospreciar sus puntos de vista.

Todavía queda mucho por descubrir en los procesos de salud y enfermedad, la mente ejerce una función muy importante que aún  no hemos sabido explotar, 

pues se ha menospreciado durante mucho tiempo. Afortunadamente científicos como Irving Kirch están reallizando importantes descubrimientos sobre el efecto placebo, señalando la importancia de una buena relación con los profesionales de la salud para que se potencie el efecto de la medicación. El poder de la mente queda ampliamente demostrado con la hipnosis, bajo la cual se han realizado intervenciones quirúrgicas sin anestesia. La voluntad de vivir, las creencias de los pacientes acerca de su enfermedad pueden influir poderosamente en su mejoría o empeoramiento y es ahora cuando la medicina está empezando a ser consciente de todo ello, cediendo protagonismo al paciente y compartiendo con él la responsabilidad de su sanación. Espero poder ser agente activo de este proceso y poder abrir la puerta que durante tanto tiempo ha separado la mente del cuerpo, la salud de la enfermedad, los profesionales sanitarios de los enfermos.