lunes, 8 de octubre de 2018

Aprender a renunciar

Uno de los grandes problemas que tenemos hoy en dia las personas que vivimos en esta sociedad es la enorme dificultad  que tenemos de renunciar. Hoy lo queremos todo, absolutamente todo y estamos dispuesto a sacrificar tiempo de estar con nuestra familia, a desgastarnos fiisca y psicológicamente para conseguir tener todo lo que se requiere para estar bien, cuando esto último es el resultado de años de marketing publicitarios que nos han taladrado nuestro cerebro e introducido un chip donde la palabra renunciar equivale a fracaso. Si no soy capaz de tener un cuerpo diez, un trabajo de alto nivel,  una esposa o marido perfecto ( guapo, divertido, gran ejecutivo y padre y viceversa)  hijos adorables, ademas de vivir en una casa con lo maximo en confort y tener unas vacaciones maravillosas me puedo considerar una persona poco ambiciosa, carente de iniciativa y por ende fracasada. Si no soy capaz de tenerlo todo y saber hacer de todo soy un completo fracaso. Asi no me extraña que las consultas de psiquiatria esten llenas de gente que se sienten absolutamente inutiles, con baja autoestima (soy un desatre) cuando lo que se pretende es conseguir la perfección en todo y lo que se consigue es la insatisfacción en todo. De esta forma perdemos la humanidad en el trato con los demas y lo que es mas grave perdemos lo que nos debe orientar en nuestra vida que no es otra cosa que AMAR. Confundimos amor con goce y usamos a las personas como objeto de nuestro goce no como sujetos amados. De esta forma no establecemos unos vinculos fuertes, sanos basados en el amor sino unos vinculos muy debiles basados en el interes. No me estraña que cada vez haya menos parejas estables y nazcan pocos hijos. Hay que ser valientes para ir contracorriente y aprender a renunciar para poder amar, ser personas y vivir la vida aceptando la perdida desde que nacemos hasta que morimos.