domingo, 27 de noviembre de 2016

Menores infractores: Rebeldía adolescente frente a un sistema

Este año , gracias a las salidas de campo que he realizado con mis alumnos de Enfermeria, me he acercado a la realidad que viven los menores infractores ingresados en centros en régimen cerrado o semiabierto. En algunos centros se ubican los que se les consideran que padecen trastornos graves de conducta,y que a tenor de ello han cometido un delito; en otros simplemente han cometido una infracción sin atribuírseles patología en su conducta. Pero todos o casi todos tienen algo en común: han sido sometidos a maltratos de pequeños bien por negligencia, bien por violencia directa ya sea fisica o psicológica, bien por hiperprotección. Son muchos los que han vivido en hogares donde impera la violencia de género, pero pocos los que han sido tratados adecuadamente por el sufrimiento que han padecido. Estamos ante lo que yo llamo el fracaso de un sistema donde el menor no tiene cabida. Los adolescentes hacen continuas llamada de atencion, con lo que pueden, sus conductas. Nosotros les respondemos con lo que podemos: encerrarlos. La falta de comunicacion entre los diferentes colectivos implicados es tremenda, cada uno va por su lado, cada centro donde estan los menores impone una filosofía, a veces diferente, sobre como tratarlos. Hacen lo que pueden con lo que tienen pero eso no es . Pienso que a la infancia y la adolescencia , a los menores en general, hay que considerarlos como ciudadanos con identidad propia, independientes de la familia y medio social en el que se integren. Son personas con sus particularidades, sus derechos y sus deberes. No son ciudadanos de segundo nivel que forman parte de un contexto familiar sometidos a los derechos de sus padres. Si estos fallan en su labor de protegerlos prima el interés del niño por encima del bienestar de los padres. Si, ya se, que el bienestar de los padres influye en el del niño pero éste no puede ni debe ser utilizado para que los padres se equilibren. Me dicen los profesionales que trabajan en protección que la linea es intentar que la familia se reconstruya para que el niño pueda volver a ella y para ello dan acogimientos temporales de nueve meses. ¿De verdad piensan que en nueve meses se puede reconstruir una familia? Me hablan de la enorme capacidad de resiliencia que tienen los niños para afrontar situaciones difíciles ¿por que no desarrollan los padres esta capacidad y dejan a sus niños que sean felices en hogares donde puedan serlo?. Creo que ya está bien de utilizar medidas a corto plazo, que no contemplen al niño como un ser independiente y susceptibles de derechos propios. Si esto es asi, me atreveria a pensar que al marido maltratador se le debe dar un permiso temporal de nueve meses para volver a intentar que la familia se reconstruya, al cabo de los cuales pueda volver a ella. ¿Por qué en el caso de violencia de genero se contempla el separar al marido de la mujer y con los menores no?. Es más, en estos casos la mujer esta protegida, el niño, si hay custodia compartida vuelve al seno del maltrato. Cuando son adolescentes sus padres los denuncian por ser ellos los mlatratados y los encierran. Triste paradoja de la vida, cuando son capaces de defenderse ,como pueden y han aprendido, usando la violencia los encerramos. ¿No es acaso una locura?

jueves, 24 de noviembre de 2016

El mejor regalo

Hoy me he levantado muy temprano, he sentido el impulso de salir a la calle y hacer un poco de gimnasia sensorial y dar rienda suelta a mis sentidos. He de reconocer que ha sido una experiencia maravillosa, tan asequible y barata que no se cómo no se me ha ocurrido hacerlo antes. Es posible que las preocupaciones reales o imaginarias me hayan tenido secuestrada, sin siquiera saberlo, apartándome de la maravillosa experiencia de ver, sentir y oler. Durante mi paseo he podido ver y pisar el otoño, no me había fijado en ese árbol situado en la esquina de mi casa, mudo testigo de mi inconsciencia diaria; al pasar me ha sorprendido verlo,sacudiéndose de las gotas de lluvia que se habían posado durante la noche en sus hojas doradas. Entonces me di cuenta de lo que me había estado perdiendo, pensé en lo ciegos que estamos los que vemos, lo sordos los que oímos y cómo, en su intimidad, han de reírse de nosotros aquellas personas a las que llamamos ciegas y sordas. Me sorprendió el sonido de los  pájaros que, contentos saludaban el nuevo día, !!cuanto hemos de aprender de ellos al levantarnos, malhumorados todos los dias!!. La vida es un regalo, es el mejor regalo y sin embargo no sabemos apreciarlo. Ahora que todo el mundo anda envuelto en la insatisfacción que generan las compras navideñas y su Black Friday,  es momento de parar y asomarse al balcón para apreciar que lo mejor de todo es que estamos vivos, sólo si somos capaces de darnos cuenta de ello.