miércoles, 27 de agosto de 2014

En el tanatorio

Estoy en el tanatorio, desgraciadamente ha fallecido un familiar muy querido por mí! ; en uno de esos momentos donde la tristeza te da una tregua observo a mi alrededor y desde un lugar apartado me pongo a escribir. 

En el tanatorio cada uno está con su dolor, con su forma particular de sentirlo y expresarlo. No obstante, cuando dirijo mis pasos hacia el cementerio, siento que también se respira mucho amor, mientras me encamino hacia el lugar donde reposará definitivamente el cuerpo del ser amado, me llama la atención una figura masculina, totalmente de negro, que con ademanes suaves, como si siguieran el ritmo de una melodía compartida con alguien especial, limpia, acaricia y casi besa con sus manos una lapida de un blanco luminoso, que bajo los rayos del sol de una mañana radiante de agosto parece irradiar una luz magica. Siento una mezcla de alegría serena y paz, me detengo unos segundos, lo suficiente para no interrumpir ese acto de amor e intimidad para observar la delicadeza que pone al cambiar las flores. Seguramente, pienso, es un ritual que repite cada semana. Seguramente sea ese momento de profunda y solemne comunion con su esposa -me aventuro a inaginar que se trata de ella-  En ese momento se me viene a la memoria la reflexion de Julian Barnes: ¿Hay algo más triste que una tumba que no recibe visitas?
Sigo mi paseo, y al sentarme en un banco a escribir estas lineas, se me acerca una mujer, de una belleza profunda, gastada por los años de dolor vividos tras la muerte de su querido hijo, siete para ser mas exactos segun me cuenta. Me habla con sus ojos de la terrible perdida sufrida. En ellos no solo veo dolor, veo rabia, enfado hacia Dios, hacia la vida;  en ella habita la desesperación, para ese trance no hay cosnuelo posible ¿Como se puede superar la temprana muerte de un hijo? . No hay palabras para confortar su dolor, en ella anidan multiples de preguntas sin respuestas, no se puede decir nada, las palabras no valen para nada en estos momentos, suenan huecas, vacias, no pueden llenar la profundidad de la hendidura dejada por la pérdida de su hijo....
Esa mujer que experimentó en su propio cuerpo el vacío de la primera separación al nacer su hijo, cuando su bebé abandonó su útero, cuando con rabia, furia, dolor expulsó violentamente a ese pequeño ser de su cuerpo lo vuelve a experimentar de nuevo, de una forma desgarradora y brutal. Escucho una voz que me dice, desde que murió su hijo ha perdido la cabeza, ¿acaso se  vivir con cordura con semejante dolor? ¿Acaso se puede, sinplemente vivir?



martes, 19 de agosto de 2014

Las despedidas

Las despedidas
Hay muchos tipos de despedidas, sólo tienes que sentarte en el andén de una estación de tren para observar a las personas que se despiden de sus seres queridos. Hay despedidas tristes, muy tristes, son las parejas que por muy diversos motivos han de distanciarse durante un cierto tiempo; los padres que han de soltar a sus hijos, saben que es lo mejor pues cada persona ha de perseguir sus sueños y a veces hay que alejarse para volver con nuevas experiencias y conocimientos que contar
Hay despedidas alegres pues el viaje es por un motivo lúdico, un viaje de novios, o simplemente de vacaciones, es por poco tiempo y sabemos que se lo van a pasar genial!!!
Hay despedidas contenidas, nadie es capaz de mostrar abiertamente sus emociones, hacen como si fuese lo mas normal del mundo, porque no pueden o piensan que no quieren dañar al otro.
En otras ocasiones se despiden de sus seres queridos para reencontrarse con otros, dejan a sus padres para irse con sus parejas e hijos, son despedidas tristes y alegres a la vez,  dejamos a unos para estar con otros, nos sentimos acompañados en todo momento y eso nos reconforta. Hay un tipo de despedidas que solo se puede hacer con la misma persona una vez, es el ultimo adiós a un ser querido que nos abandona, es una despedida contenida, silenciosa, sobran las palabras, los recuerdos inundan nuestra mente y las emociones nos embargan. En esos momentos pensamos en lo que hemos vivido y compartido con ella, todo nos parece más sencillo, más nítido, lo revivimos con un halo de felicidad y serenidad mayor que cómo realmente lo experimentamos en su día, es posible que los hechos tal y como fueron aparezcan sin ser dañados por pensamientos, fueron momentos buenos que a veces no supimos valorarlos como tales pero que ahora, los volvemos a ver tal y como fueron, muy buenos momentos, grandes momentos..... Sobran las palabras, aparecen los hechos tal y como fueron, sin subterfugios ni adulteraciones, simplemente como fueron y no pudimos ni supimos apreciar hasta ahora, que volvemos a revivirlos con ellos.

domingo, 10 de agosto de 2014

La sinceridad


Hermosa palabra que pienso que no está siendo muy valorada últimamente en nuestra sociedad. Estamos viviendo en una  época donde impera el mundo de la mentira, quienes mas y mejor mienten son los que triunfan. Es para volverse locos pues quienes nos hemos educado en unos principios y valores éticos y morales donde la sinceridad es un valor reconocido no sabemos desenvolvernos en este mundo de mentiras. Pensamos ingenuamente que la sinceridad es un valor universal compartidos por todos y depositamos nuestra confianza en personas que con grandes dotes de manipulación nos venden su amistad y confianza a base de grandes mentiras. El principal y mayor problema que creo reconocer es que estas personas no sólo mienten a los demás se mienten a si mismas. Nadan en un mundo emocional desconocido para ellos y llenan sus enormes vacíos con grandes mentiras, fantasías, que nada tiene que ver con la realidad.
De esta forma cómo vamos a poder lidiar desde nuestra sinceridad con la insinceridad de la sociedad actual?? No nos llevara esta confusión a desconfiar de todo y de todo, a aislarnos y ser fruto de inventadas patologías mentales creadas por la gran mentira de la psiquiatría actual con sus multinacionales farmacológicas al frente, que nos venden sus productos para calmar nuestra ansiedad y trristeza que se atribuye a problemas genéticos, biológicos determinados al nacer y ante los cuales no podemos hacer nada??? 
Si optamos por el mundo de la mentira para adaptarnos mejor a esta sociedad, acaso quizás más tarde no acabemos agotados de luchar contra nuestras propias emociones pues en el fondo de nuestro ser sabemos que algo va mal y sucumbiremos de nuevo ante la panacea de la industria farmacologica? 
O bien no necesitaremos tomar metanfetaminas y antidepresivos para poder vivir como autómatas antes las enormes exigencias y demandas que esta sociedad consumista ejerce sobre nosotros.
Parece que estamos condenados :al final el camino es la medicación para soportar esta alienación o pararnos en seco y trabajar como un minero hacia nuestro interior para redescubrir la importancia de ser sinceros con nosotros mismos para vivir con coherencia y honestidad.  Para ello tenemos aún nuestra capacidad de elección





La neurosis

Era como si hubiese entrado en un territorio extraño, desconocido para ella. Llevaba gran parte de su vida, más de cuarenta años, sin atreverse a entrar en esa frontera que marca la normalidad con la locura, tan bien trazada en su mente como si de una vía férrea se tratase. Sabía que mas allá de esa vida un tanto mediocre y bastante aburrida, de emociones rígidamente contenidas existía un mundo sin control, donde podría ser ella misma: sólo tenia que cruzarla, saltarla o simplemente quitarla para penetrar en el interior de su mundo mental, desconocido, tenebroso, querido y temido al mismo tiempo. ¿Se atrevería algún día? 
Había levantado unas murallas tan altas y férreamente construidas, con mucho esfuerzo y sacrificio que ahora prescindir de ellas le daba pánico, no se atrevía siquiera a mirar por encima, se limitaba a ocultarse tras ellas fingiendo una normalidad que le satisfacía.